OUTWARD (extremo) - Parte 3 - Vuelta a Berg y susto en la noche

Después de pensarlo bien, creo que es buena idea volver a Berg. Cuando fui la última vez, encontré varios mercaderes que vendían objetos más raros, mejores armaduras, mejores armas.. eso sumado a que debo entregar unos objetos a un par de personas, hace que el viaje , el riesgo y gasto de recursos merezcan la pena, o eso espero..
Comienzo el camino hacia la ciudad de Berg. Como siempre, voy bien preparado. El último viaje a la fortaleza Vendavel hizo que reuniese mucho acero con el que poder fabricar mis flechas.
Me encuentro unas menas de cristal violeta translúcido. Estas menas las había visto anteriormente en una cueva de trogloditas, cerca de Cierzo, pero en ese momento, no tenía un pico con el que minar, ahora sí.

Tras un largo viaje, llego por fin al Bosque de Enmerkar. Llego de noche, el momento perfecto para observar lo bonito que es este lugar. Desde el suelo se elevan unas finas luces de color violeta que realmente no se muy bien que son, pero hacen que el bosque parezca mágico.

Me pongo rumbo al sureste dirección a la ciudad.
Como siempre, ahí está el espíritu, en mitad del camino. No voy a enfrentarme a él, al menos, hasta que descubra la manera de hacerle más daño... mis flechas le hacen cosquillas, ya lo comprobé la última vez y tuve que salir corriendo. Recuerdo comprar flechas venenosas en Cierzo en mis primeras exploraciones, pero ya no me queda ninguna y no se como se fabrican. Y lo mismo en Berg, la primera vez que visité la ciudad, le compré al herrero algunas flechas mágicas que tenía, pero eran pocas y las gasté posteriormente en la región de Quersoneso. Tal vez debería haberlas guardado para este momento.. En fin, esta vez, voy intentar que no me vea, así que voy bordeando todo el camino agachado hasta perderlo de vista.
Poco antes de llegar a las puertas de la ciudad, me encuentro a 2 bandidos. Cuando me doy cuenta de que están ahí , ya me han visto ellos primero, así que vienen a por mi. Bueno, 2 bandidos no deberían ser un problema, eso pensé... Normalmente, primero esquivo un ataque enemigo y después disparo, y cuando son 2 , simplemente se alarga un poco más el combate y termino con menos energía, pero no suelo tener problema. Pero esta vez... había un mago que lanzaba hechizos de hielo.. y se complicó el combate... Comienzo esquivando el ataque del bandido que viene cuerpo a cuerpo a por mi, y cuando estoy tensando mi arco para dispararle, me golpea con un rayo de escarcha por la espalda. La escarcha me deja ralentizado así que me resulta más difícil esquivar. Consigo matar al primer bandido después de varios disparos, a la vez que voy esquivando los hechizos del mago, pero cuando me giro para ir a por él, me golpea un segundo rayo de escarcha. Fijo mi objetivo en el mago y empiezo a disparar. Ese mago esquiva las flechas mejor que los bandidos que atacan cuerpo a cuerpo.. Fallo los primeros disparos y justo cuando estoy cargando uno de mis disparos, me lanza su hechizo, golpeándome por tercera vez.. Empiezo a pensar en la posibilidad de salir corriendo... pero decido seguir luchando. Paro de atacar con mi arco y me fijo en la frecuencia con la que lanza sus hechizos el mago, para calcular cuando debo esquivar. Encuentro el momento justo , mientras está recargando su hechizo, y disparo. Por suerte, los magos tan solo van con una túnica por lo que apenas tienen protección y los disparos le hacen mucho daño. El mago esquiva unos cuantos disparos pero al final, acaba cayendo. Debo recuperarme un poco antes de continuar....

Tres vendas después, continuo avanzando. No pienso gastar más recursos ni llevarme más sustos! La ciudad está ya cerca así que lo que queda de camino lo hago corriendo todo lo que puedo, ignorando cualquier enemigo que veo.
Sin apenas energía, pero, he llegado a Berg.